Dura entre una y dos horas bajo anestesia local o sedación. Se realizan pequeñas incisiones a lo largo de los pliegues naturales de los párpados para retirar el exceso de piel y grasa, y luego se cierran con suturas. La recuperación suele durar una o dos semanas.
Si no es candidato para la blefaroplastia, hay otros tratamientos como rellenos inyectables, neurotoxinas, tratamientos con láser y peelings químicos que pueden mejorar la apariencia de los ojos y la piel circundante.
La blefaroplastia puede rejuvenecer tus ojos y mejorar tu autoestima. La mayoría de los pacientes están satisfechos con los resultados. Si estás interesado, contacta al cirujano plástico cualificado Hermes Gamba para más información.