Son las 2 AM y acabas de despertar con una molestia
Tu primera liposucción fue hace tres días. Has seguido todas las indicaciones al pie de la letra. Pero ahora, en la oscuridad de tu habitación, una punzada diferente te despertó.
Tu mente empieza inmediatamente: “¿Esto es normal? ¿Y si es una infección? ¿Debería llamar al doctor a esta hora? ¿Estoy exagerando?”
En mis quince años esculpiendo cuerpos en Bogotá, he recibido cientos de estas llamadas nocturnas. Y cada una me enseñó algo fundamental: la diferencia entre una paciente informada que se recupera con confianza y una paciente ansiosa que sufre innecesariamente está en saber exactamente qué esperar.
Esta no es una lista de síntomas para que te autodiagnostiques. Es la conversación que tengo con cada paciente antes de que salga de mi consulta, transformada en palabras para que la guardes como tu manual de tranquilidad durante la recuperación.
La verdad incómoda sobre la recuperación de liposucción
Ninguna recuperación es perfectamente lineal. En el papel, debería ser simple: día uno dolor moderado, día dos mejora progresiva, día tres mucho mejor. La realidad es más matizada.
He visto pacientes con umbrales de dolor increíbles que apenas necesitan analgésicos. Y he visto otras que, con procedimientos idénticos, requieren más medicación los primeros días. Ambos escenarios son completamente normales.
Lo que distingue una recuperación normal de una complicación real no es cuánto duele o cuánto te inflamas. Es cómo progresa ese dolor y esa inflamación con el paso de las horas.
Los primeros tres días: cuando todo parece peor de lo que es
Recuerdo a Carolina, ejecutiva de una multinacional, cuarenta y dos años. Su liposucción abdominal había sido técnicamente perfecta. Pero el día dos me llamó convencida de que algo terrible estaba pasando.
“Doctor, me veo peor que antes de operarme. Estoy hinchada como nunca. Esto no puede ser normal.”
Le pedí que respirara profundo y me describiera exactamente qué veía. Su hinchazón había alcanzado el pico máximo, justo como se espera en el día dos post-liposucción. Su cuerpo estaba haciendo exactamente lo que debía hacer: responder al trauma quirúrgico con inflamación protectora.
Tres días después, cuando volvió a control, la diferencia era dramática. La hinchazón había cedido significativamente. El resultado empezaba a emerger. Y ella estaba avergonzada de haberse “preocupado por nada”.
“Durante esos primeros días pensé que había cometido el peor error de mi vida. El doctor Gamba me explicó que mi cuerpo estaba sanando exactamente como debía. Tres meses después, cuando vi mi resultado final, entendí que esos días difíciles eran parte inevitable de algo hermoso.”
— Carolina M., ejecutiva corporativa, 42 años
Pero no se preocupó por nada. Se preocupó porque nadie le había explicado que el día dos sería el peor día visual, independientemente de que todo estuviera progresando perfectamente.
El mapa visual de tu recuperación: semana a semana
Para que tengas claridad absoluta sobre qué esperar, aquí está el cronograma que comparto con cada paciente en mi consulta de Chapinero:
| Día Post-Cirugía | Dolor Esperado (1-10) | Hinchazón | Moretones | Movilidad | Actividad Permitida |
|---|---|---|---|---|---|
| Día 1 | 6-7 | Moderada | Inicial | Limitada | Reposo absoluto |
| Día 2-3 | 5-6 (pico) | Máxima | Intensos | Rígida | Caminar en casa |
| Día 4-7 | 3-5 | Disminuyendo | Cambiando color | Mejorando | Trabajo escritorio |
| Semana 2 | 2-3 | Notable mejora | Verde-amarillo | Buena | Actividades suaves |
| Semana 3-4 | 1-2 | Residual | Desvaneciendo | Normal | Retorno gradual gym |
| Mes 2-3 | 0-1 | Mínima | Desaparecidos | 100% | Sin restricciones |

Interpretando tu progresión personal
Este cronograma es una guía, no una ley absoluta. Tu recuperación puede ser más rápida o ligeramente más lenta. Lo crucial es la tendencia: cada día debería ser marginalmente mejor que el anterior, especialmente después del día tres.
Los tres signos rojos que SIEMPRE requieren mi llamada inmediata
Durante mi formación en Cuba y mis años perfeccionando técnicas en Bogotá, desarrollé lo que llamo el “protocolo de los tres rojos”: tres situaciones que, sin excepción, requieren comunicación inmediata conmigo, sin importar la hora.
1. Fiebre persistente o en aumento
Tu cuerpo puede tener una ligera elevación de temperatura las primeras veinticuatro horas, una respuesta normal al estrés quirúrgico. Pero una fiebre que supera los 38.5°C después del primer día, especialmente si va acompañada de escalofríos o sensación de enfermedad general, necesita evaluación inmediata.
¿Por qué es crítico? Una infección detectada en las primeras doce horas responde perfectamente a antibióticos orales. Una infección ignorada durante tres días puede requerir hospitalización. La ventana de acción temprana hace toda la diferencia.
2. Dolor que no responde a medicación prescrita
Si tomaste tus analgésicos exactamente como te indiqué y el dolor sigue siendo de ocho o más en escala de diez, algo no está bien. Puede ser tan simple como que necesitas un ajuste en tu medicación, o puede indicar una complicación menor como un hematoma que requiere drenaje.
La regla de oro: El dolor debería mejorar con medicación adecuada. Si no lo hace, hay que investigar por qué.
3. Cualquier cambio súbito y dramático
Estabas mejorando bien y de repente experimentas hinchazón masiva en una zona, o un área que estaba mejorando se pone roja, caliente y dolorosa al tacto. Los cambios graduales son normales. Los cambios súbitos necesitan evaluación.
Recuerda esto: Tu cuerpo no mejora linealmente, pero tampoco empeora súbitamente sin razón.
Síntoma por síntoma: cuándo preocuparse y cuándo respirar tranquila
Hinchazón: descifrando lo normal de lo alarmante
Hinchazón NORMAL:
- Alcanza su pico máximo días 2-3
- Disminuye gradualmente a partir del día 4
- Es simétrica (ambos lados similares)
- No viene acompañada de enrojecimiento intenso
- No produce dolor desproporcionado
Hinchazón que REQUIERE ATENCIÓN:
- Aumenta dramáticamente después del día 3
- Es muy asimétrica (un lado mucho más hinchado)
- Viene con piel brillante y tensa en exceso
- Se acompaña de calor localizado intenso
- Provoca dolor severo que empeora
Dolor: la diferencia entre sanación y complicación
El dolor postoperatorio tiene una firma característica. En mi experiencia con más de mil liposucciones, he aprendido a distinguir patrones:
Dolor de sanación normal:
- Intensidad máxima día 1-2 (nivel 6-7)
- Mejora consistentemente cada día
- Responde bien a analgésicos prescritos
- Es generalizado en zona tratada
- Tipo “ardor” o “rigidez muscular”
Dolor que indica problema:
- Intensidad que AUMENTA después del día 3
- No responde a medicación adecuada
- Es muy localizado (zona específica pequeña)
- Tipo “punzante” o “pulsátil”
- Te despierta por la noche constantemente
Moretones y su evolución predecible
Progresión cromática normal de equimosis:
- Días 1-3: Púrpura intenso a azul-violáceo
- Días 4-7: Transición a verde-azulado
- Días 8-14: Amarillo-verdoso
- Días 15-21: Amarillo pálido desvaneciendo
- Día 21+: Resolución completa
Los moretones pueden extenderse más allá del área tratada por gravedad. Es completamente normal ver equimosis en zonas no operadas si están por debajo del área de liposucción.

Moretón vs Hematoma: la diferencia crítica
| Característica | Moretón Normal | Hematoma Preocupante |
|---|---|---|
| Textura | Plana, solo cambio de color | Abultada, masa palpable |
| Dolor | Molestia leve | Dolor significativo localizado |
| Tamaño | Extenso pero superficial | Circunscrito pero profundo |
| Evolución | Mejora gradual | Puede crecer primeras 48h |
| Acción | Observación | Evaluación médica |
El caso de Martha: cuando la ansiedad se disfraza de síntoma médico
Tengo que ser honesto sobre algo que rara vez se discute: la ansiedad postoperatoria puede crear síntomas físicos reales que se confunden fácilmente con complicaciones médicas.
Martha tenía treinta y seis años cuando hicimos su lipoescultura abdominal y de flancos. Los primeros tres días fueron perfectos. Pero el cuarto día empezó a experimentar palpitaciones, sensación de falta de aire, y pánico intenso. Me llamó convencida de que tenía una embolia pulmonar.
La evalué inmediatamente. Su oxigenación era perfecta. Sus signos vitales, estables. Su recuperación quirúrgica, impecable. Lo que estaba experimentando era un ataque de pánico clásico, desencadenado por el estrés postoperatorio y la hipervigilancia sobre cada sensación corporal.
Síntomas de ansiedad postoperatoria común:
- Palpitaciones sin causa médica detectable
- Sensación de falta de aire (pero oxigenación normal)
- Sudoración fría por nerviosismo
- Hipervigilancia sobre cada sensación corporal
- Insomnio por preocupación excesiva
- Pensamientos catastróficos recurrentes
“La diferencia entre un síntoma de ansiedad y un síntoma médico es que los de ansiedad mejoran cuando te distraes o te calmas. Los médicos persisten independientemente de tu estado mental.”
— Dr. Hermes Gamba
Mi protocolo de comunicación: tres niveles de urgencia
Antes de que cualquier paciente salga de mi consulta después del procedimiento, establecemos claridad absoluta sobre cómo y cuándo contactarme. He desarrollado un sistema de tres niveles que elimina la confusión:
Nivel 1: Consultas educativas (WhatsApp)
Cuándo usar: Dudas sobre evolución normal, preguntas sobre cuidados, inquietudes menores
Ejemplos apropiados:
- “¿Es normal que tenga esta sensación de tirantez?”
- “¿Puedo bañarme hoy o espero hasta mañana?”
- “¿Este color de moretón es esperado?”
Tiempo de respuesta: Dentro de 2-4 horas en horario laboral
Nivel 2: Evaluación médica necesaria (llamada directa)
Cuándo usar: Síntomas que requieren evaluación pero no son emergencia inmediata
Ejemplos apropiados:
- Dolor que está aumentando (no disminuyendo)
- Fiebre de 38.5°C o más
- Hinchazón muy asimétrica súbita
- Drenaje con olor desagradable
Tiempo de respuesta: Inmediato, evaluación en consultorio ese mismo día
Nivel 3: Emergencia médica (urgencias + llamarme)
Cuándo usar: Situaciones potencialmente graves que requieren atención hospitalaria
Ejemplos que justifican urgencias:
- Dificultad respiratoria severa
- Dolor en pecho
- Sangrado masivo que no se controla
- Pérdida de conciencia o confusión severa
- Signos de shock (palidez extrema, pulso débil)
Acción: Ir a urgencias MIENTRAS me llamas para que coordine tu atención
Las complicaciones raras pero reconocibles
En quince años realizando liposucciones con tecnología VASER y técnicas avanzadas, he visto la mayoría de complicaciones posibles. La buena noticia: son extraordinariamente raras cuando el procedimiento se hace correctamente. La mejor noticia: todas son tratables si se detectan temprano.
Infección: los signos tempranos que no debes ignorar
Timeline típico de infección:
Días 2-4: Fiebre persistente + enrojecimiento que se expande Días 4-7: Secreción turbia o amarillenta con olor característico Días 7+: Si no se trata, puede progresar a absceso
Factores de riesgo que aumentan vigilancia:
- Diabetes no controlada adecuadamente
- Tabaquismo activo reciente
- Higiene inadecuada de heridas
- No completar curso de antibióticos profilácticos
Seroma: acumulación de líquido post-cirugía
Un seroma es una colección de líquido seroso que se forma en el espacio donde se extrajo la grasa. Es más común de lo que muchos cirujanos admiten, pero raramente problemático.
Cómo se siente: Zona fluctuante, como si tuvieras “agua” bajo la piel, generalmente no dolorosa
Cuándo requiere drenaje: Si es grande (>100ml), incómodo, o no se reabsorbe solo en 2-3 semanas
Mi manejo: Evaluación en consultorio, drenaje simple con aguja si es necesario, rara vez requiere procedimiento quirúrgico
Embolia grasa: la complicación más temida pero más rara
Honestidad médica: En mi carrera, nunca he tenido un caso de embolia grasa sintomática. Es extraordinariamente rara en liposucciones modernas realizadas apropiadamente.
Síntomas que harían sospechar (requieren urgencias inmediatas):
- Dificultad respiratoria súbita e intensa
- Confusión mental aguda
- Petequias (puntitos rojos) en brazos/pecho
- Dolor tipo “puñalada” en pecho
Factores que minimizo para prevención:
- Limitar extracción a volúmenes seguros (<5 litros)
- Técnica atraumática con tecnología VASER
- Movilización temprana postoperatoria
- Hidratación adecuada continua
Tus herramientas prácticas para recuperación tranquila
Lista de verificación diaria: ¿voy bien o debo preocuparme?
Revisa estos cinco puntos cada mañana:
- Temperatura corporal: ¿Está por debajo de 38°C?
- Nivel de dolor: ¿Es igual o menor que ayer?
- Hinchazón: ¿Está estable o disminuyendo?
- Moretones: ¿Están cambiando a colores más claros?
- Estado general: ¿Te sientes con más energía que ayer?
Si respondiste SÍ a las cinco: Tu recuperación va perfecta
Si respondiste NO a una o dos: Monitorea de cerca, probablemente normal
Si respondiste NO a tres o más: Momento de contactarme para evaluación
Kit de recuperación: qué tener en casa
Medicamentos esenciales:
- Analgésicos prescritos (tomarlos en horario, no esperar dolor intenso)
- Antibióticos profilácticos (completar el curso COMPLETO)
- Antiinflamatorios según indicación
- Antieméticos si tienes náuseas
Cuidados prácticos:
- Termómetro digital confiable
- Faja compresiva de repuesto (para lavar la primera)
- Gasas estériles y micropore
- Almohadas extra para elevar zonas tratadas
- Agua embotellada abundante (meta: 2-3 litros diarios)
Alimentación que acelera sanación:
- Proteínas magras (pollo, pescado, huevo)
- Vitamina C (cítricos, fresas, kiwi)
- Zinc (frutos secos, semillas)
- Evitar sal excesiva (aumenta inflamación)
- Evitar alcohol completamente primeras 2 semanas

Cuando el instinto te dice que algo no está bien
Déjame compartir una verdad que he aprendido en quince años: El instinto de una paciente sobre su propio cuerpo es sorprendentemente preciso.
He tenido pacientes que me llamaron porque “algo simplemente no se sentía bien”, sin poder articular exactamente qué. Y en varios casos, ese instinto reveló un problema menor que tratamos tempranamente.
También he tenido pacientes que entraron en pánico por síntomas completamente normales pero alarmantes visualmente. En ambos casos, la llamada fue la decisión correcta.
“Prefiero cien llamadas innecesarias a una complicación no detectada a tiempo. Tu tranquilidad es parte integral de tu recuperación, y el estrés afecta negativamente la sanación.”
— Filosofía de práctica del Dr. Hermes Gamba
Las tres preguntas que te ayudan a decidir si llamar
Si estás dudando si contactarme, hazte estas tres preguntas:
-
¿Este síntoma está mejorando o empeorando?
Mejorando gradualmente = probablemente normal
Empeorando o estancado = evaluación recomendada -
¿Este síntoma me está impidiendo descansar o recuperarme?
Si la ansiedad sobre un síntoma te está quitando el sueño, ya es razón suficiente para llamar -
¿Confiaría este síntoma a mi mejor amiga sin supervisión médica?
Si no se lo recomendarías a alguien que amas, tú tampoco deberías ignorarlo
La respuesta a cualquiera de estas tres preguntas debería eliminar tu duda sobre contactarme.
Tu recuperación comienza con información, no con miedo
Quiero que termines este artículo con claridad, no con ansiedad aumentada. La vasta mayoría de recuperaciones de liposucción progresan sin ninguna complicación. El dolor mejora cada día. La hinchazón cede gradualmente. Los moretones evolucionan y desaparecen.
Y en tres meses, cuando te mires al espejo y sonrías con esa confianza que merecías recuperar, todo el proceso de recuperación será un recuerdo distante pero valioso.
Pero durante esas primeras semanas, especialmente esos primeros días críticos, tener el conocimiento para distinguir entre normal y preocupante te permite recuperarte con confianza en lugar de pánico constante.
Lo que espero que recuerdes de esta guía
Primero: Tu cuerpo te dará señales claras si algo no está bien. Aprende a escucharlas sin interpretarlas catastróficamente.
Segundo: La comunicación abierta con tu cirujano no es molestia, es parte esencial del cuidado postoperatorio. Mi número directo existe precisamente para esto.
Tercero: Las complicaciones reales son raras, pero cuando ocurren, la detección temprana hace toda la diferencia entre problema menor y complicación seria.
Cuarto: Tu instinto sobre tu propio cuerpo importa. Si algo se siente genuinamente mal, merece evaluación profesional.
Quinto: La recuperación perfecta no existe, pero la recuperación exitosa sí. Y está construida sobre información clara, cuidados meticulosos, y comunicación constante.
Recursos adicionales para tu educación
Si este artículo te ayudó a entender mejor la recuperación de liposucción, estos otros contenidos complementan tu conocimiento:
- Lipoescultura: guía completa del procedimiento
- Precios transparentes de liposucción en Colombia
- Liposucción masculina: lo que los hombres deben saber
- Agenda tu consulta personalizada
En mi consulta de Chapinero, cada paciente recibe mi número directo porque entiendo que la recuperación exitosa no termina cuando sales del quirófano. Termina cuando te miras al espejo tres meses después y sonríes con esa confianza que merecías recuperar.
Si estás considerando una liposucción y estas inquietudes sobre recuperación te generan dudas, hablemos. Una consulta personalizada te dará claridad completa sobre qué esperar en tu caso específico.
Porque tu transformación no es solo sobre el resultado final. Es sobre cada día del camino seguro hacia ese resultado.
📞 Línea directa Dr. Hermes Gamba: 315 578 6000
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📍 Ubicación consulta: Calle 127 A #7-19, Usaquén, Bogotá, Cundinamarca
🕐 Horario atención: Lunes a Sábado, 8:00 AM - 6:00 PM
Artículo médico escrito por Dr. Hermes Gamba, Cirujano Plástico certificado SCCP con 15 años de experiencia especializada en lipoescultura corporal y procedimientos de contorno.
Última actualización: Octubre 2025
Revisión médica: Dr. Hermes Gamba